miércoles, 22 de abril de 2009

¿POR QUE TÚ?

Sí sabía que este día llegaría, de pronto… puedas pensar que es rápido, sé que sientes que se pueden apresurar las cosas… pero no te asustes, yo sólo quiero salir contigo, sólo quiero conocerte un poco más, sólo quiero oler tu cabello después de lavado y, hasta en la tarde cuando esté seco, sólo quiero saber tu color favorito, sólo deseo saber tu plato predilecto, que bebidas prefieres, la canción que más escuchas, la película qué te gusta y te disgusta, tu talla de calzado, que has hecho y que no has hecho, a donde nunca te han llevado y a donde quieres ir, y…, cuántos hijos deseas tener. Sé que poco lees lo que he escrito, pero no importa, seguramente otros ojos te dirán lo que han visto… quizás hasta celos despertaras.

Hace un par de días que no sé de ti. La verdad he sentido el impulso necio de la mano derecha en marcarte, pero la objetividad de la izquierda la alcanza antes. Las ocasiones en que te he marcado han sido bajo engaños de la derecha, no lo puedo negar es muy hábil, se da sus mañas. Ahora recuerdo una canción de Diomedez Díaz “todo es para ti”, estas palabras son sólo para ti. Sé que puedes pensar que la traga que puedo tener es ma-lu-ca, pero no… es una gran emoción, no es que esté comenzando el amor. No te puedo negar que te quiero más que una amiga y sabes que te lo he dicho, ya que siempre cito a mi hermano J.R., “hablado no se pierde nada, pero se gana mucho”; a las amigas uno no puede darle un beso en la boca, agarrarle la mano con los dedos entrelazados, dedicarles una canción, decirle todos los días lo preciosa que se ve con la mirada de ternero degollado, de regalarle un silencio y mirarla a la cara mientras se busca un beso, de tener la mano en el bolsillo trasero del jean, y mucho menos de decirle un secreto en la oreja acompañado de un beso en la campanilla. A mí todo esto me parece lo más cotidiano que uno puede realizar con la persona que le gusta. Sé que puedes pensar que es lo más ridículo, que tú no estás para eso… que no quieres tener a alguien que te ate o sea un inconveniente para salir tú sola, lo mismo puede pensar uno…, pero sé lo encantador que es estar secuestrado en el amor, de ese secuestro no estoy interesado en ser liberado; es de las cosas que le cambian la vida a uno y exclusivamente al final del ejercicio se sabe si valió la pena (no importando que gane o pierda, siempre se aprende). También comprendo un poco más lo dicho por ese rabino “lo mío es tuyo y lo tuyo es tuyo”: nada es de uno. También sé que las cosas no se presionan, que el tiempo dará la razón. Pero no puedo negar que tu cara y tus ojos, acompañados de esa mirada brillante, hacen perder la cordura de la fiscalía, la defensa y la del juez, hasta del mismo jurado; es difícil. No puedo dominar mis pensamientos y mucho menos mis actos, sólo puedo reconocer que deseo tenerte cerca, así sea para no hablarte. En éste momento recuerdo esa tarde de domingo en que me acompañaste y realmente no hablamos, fue maravillosa. No supiste, pero tenía únicamente en mi bolsillo el billete de más baja denominación, y pensar que termino en las manos de un terrorista. Ese… y todos los días te veías hermosa, eso no tiene precio.

Tengo jaqueca, pero no es por tu culpa, sino por buscar las palabras adecuadas y te hagan cambiar de opinión, pero claro, para mi beneficio. Espero que tengan un eco encantador, que las estrellas, tu almohada, tu colcha, y si se me hace el milagrito… tu cabeza y corazón me recomienden.

Me despido diciendo “Para un gran hombre, una gran mujer”, sé que eres una gran mujer, yo quiero ser un gran hombre.

Éste es corto en comparación con los demás, espero verte y hablar….

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