miércoles, 24 de junio de 2009

¿PARA DÓNDE… IRÁN?

Existen personajes, unos próceres y otros villanos, que les encanta escribir en la historia de su país, y hasta en el de otro con la tinta más indeleble: la sangre. Y también pueden levantarse todos los días sin ningún remordimiento y atisbo de preocupación, mucho menos, dolor por el pueblo que dice representar, ese es el presidente iraní Mahmud Ahmadinejad. Un personaje que metamorfoseó en díscolo-político; una nueva fuerza electoral benefactora de: caos, desastre y muerte. Éste personaje, creador de esa fuerza electoral piensa en Irán como una nación ignota para el ciudadano del mundo, supone que puede hacer su completa voluntad. Esa misma voluntad (díscolo-político) fue la que acabó con la vida de Neda Agha Soltan, activista iraní, muerta en plena calle de Teherán en compañía de un grupo de amigos por un Irán mejor, un país con futuro donde los jóvenes como ella puedan criar a sus hijos. Pero para ella no fue así…, lo más seguro es que ella desde donde la tiene el Señor Bendito Sea, pueda ver un Irán diferente para sus familiares.

Qué país es aquel que asesina a sus hijos, que le brinda a otros licencia para represar y matar a aquellos que piensan diferente a ellos, no creo que eso… sea democracia.

El presidente iraní no ha comprendido de las armas que posee el ser humano hoy en día. El internet y, la comunidad de bloggers que ha nacido con ella han levantado la voz a sabiendas de la posible amenaza de muerte que han recibido todo aquel que piensa diferente, han decidido marchar en la web, publicando cada detalle, cada paso que dan, ya que las censuras violentas han sido pan de cada día. Todo esto porque cree tener el interruptor de la comunicación en las personas con la represión violenta. Pero no cabe duda, el interruptor de la vida sí lo tienen.

Por mi parte no cabe duda, el partido de Mir Hussein Musavi ha elegido un color de la bandera de la República Islámica de Irán, el verde: contando para la búsqueda de ese color con la ayuda de las juventudes, la esperanza. Pero Mahmud Ahmadinejad también hizo lo suyo, eligió el rojo: tinturando de la sangre de sus mismos habitantes y hermanos. Y lo bueno es que el mundo les desea el blanco de la paz.

Un caso muy similar, pero no en árabe sino en español ha ocurrido en Centro América con Rodrigo Resemberg en Guatemala, también el presidente Colom ha tenido injerencia directa con su muerte. El presidente Hugo Chávez de la República Bolivariana de Venezuela también tiene similitudes singulares con el caso iraní, él también sabe lo que es constreñir a un pueblo y llevarlo a que se asesinen entre ellos, sin mencionar el odio que puede nacer entre ciudadanos, para así, poder perdurar en el poder. Sin mencionar a un indígena que prometió ser el cambio, y sí lo ha logrado, no sólo por su acumulación de poder, sino también en la división de un pueblo, llegando hasta tal punto que la región de Santa Cruz desee la independencia, definitivamente un cambio en las divisiones políticas del país; provocando manifestaciones y disturbios que han logrado la aniquilación de buenos habitantes.

El gobierno iraní desea hacer uso de la energía nuclear para fines únicamente energéticos, pero que puede pensar el mundo, ciudadanos de países ignotos como Colombia, de un gobierno que no cuida y mucho menos siente el menor apego por sus conciudadanos; de un país que ha mencionado en múltiples ocasiones en borrar de la faz de la tierra todo un pueblo como el judío. Deja mucho que desear las verdaderas intenciones de un país como ese para el verdadero uso de tal energía.

Creo que Obama debe decir: "Tenía razón la lista negra del Sr. Bush".

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